Las armas nucleares: ¿Irán o no Irán?
El día miércoles 27 de febrero terminó la más reciente ronda de negociaciones sobre el programa nuclear iraní. Negociaciones que, históricamente, han contenido más de un mal paso y han generando problemas de abastecimiento de petróleo, por lo que las expectativas sobre las conversaciones realizadas el pasado martes y miércoles no eran necesariamente optimistas. Así, en la ciudad de Almaty, Kazajistán, se reunieron representantes de Reino Unido, Francia, Alemania, Estados Unidos, China y Rusia, por un lado, y el representante de Irán por el otro.
Si bien el contenido específico de las tratativas no ha sido revelado, el representante iraní señaló que el cierre de la planta de enriquecimiento de uranio de fordo (el uranio enriquecido es un elemento clave de las armas nucleares), antes un punto no negociable de la contraparte, no le fue solicitado. Así, lo exigido a Irán habría sido una reducción de su inventario de uranio altamente enriquecido. Es decir, que sólo mantenga una cantidad para uso en un reactor de investigación en Teherán, debiendo exportar el exceso. Con ello, Irán no tendría fácil ni rápido acceso a preocupantes cantidades de uranio enriquecido.
Del otro lado, a cambio de estas restricciones nucleares, se habría ofrecido al gobierno iraní aliviar las sanciones económicas sobre dicho país, las cuales hasta ahora le han costado 8% de su PBI. De este modo, entre lo que se permitiría a Irán estaría el retomar el comercio de oro, metales preciosos y petróleo, así como realizar cierta actividad bancaria internacional.
Las conversaciones culminaron con los asistentes acordando volverse a juntar en abril para continuar la negociación. Reunión en la que se espera Irán dará una respuesta, aceptando o rechazando la oferta hecha por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y Alemania.
Las conversaciones culminaron con los asistentes acordando volverse a juntar en abril para continuar la negociación. Reunión en la que se espera Irán dará una respuesta, aceptando o rechazando la oferta hecha por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y Alemania.
Entonces pareciera que luego de tanta conversación y dos días de reuniones el único acuerdo que se logró fue uno estipulando que las partes volverán a juntarse para discutir el tema. Siendo ello así, ¿se puede catalogar a las conversaciones en Almaty como un éxito?
Pues bien, en décadas recientes, la actitud de la comunidad internacional hacia el programa nuclear de Irán ha sido el de pretender impedir que el país islámico posea armas nucleares indirectamente (vía sanciones, por ejemplo), cuando ello es algo que, salvo intervención directa, un tercero no puede controlar. Sumado a ello, está el hecho de que Irán es un país rodeado de vecinos que poseen sus propias armas nucleares, territorios que permiten la presencia militar de potencias mundiales y de países que son sus rivales ideológicos.
Así, la motivación de Irán para adquirir armas nucleares responde a un instinto de supervivencia, por lo que está dispuesto a arriesgar más, como el aislamiento de la comunidad internacional, por conseguir su objetivo. Por su lado, la comunidad internacional, si bien siente preocupación por el programa nuclear de Irán, no está tan dispuesta a incurrir en un enfrentamiento militar, por ejemplo, para solucionar el tema. Especialmente, si se podría intentar lograr ello por otros medios.
El mérito entonces, se encuentra en que la comunidad internacional, al plantear el control de la cantidad de uranio enriquecido al que tiene acceso Irán, en lugar de prohibir el enriquecimiento de uranio a dicho país, finalmente ha mostrado estar dispuesta a hacer lo que verdaderamente se necesita para llegar a un acuerdo efectivo de largo plazo sobre el programa nuclear de Irán.
Sin embargo, las negociaciones recién han empezado y lo sucedido en Almaty, si bien prometedor, es únicamente un primer paso. Ahora que la comunidad internacional ha dado señales de querer seguir un camino plausible y realista en esta materia, no podemos olvidar que dicho camino es largo. Esperemos que la comunidad no se desvíe en su recorrido. (semana económica)
POR CLAUDIA VALDIVIEZO
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