Los presidentes del cáncer: el infortunio de CHÁVEZ

Así, en el 2009, la entonces candidata a la Presidencia de Brasil, Dilma Rousseff,  fue diagnosticada con un tumor linfático. Cuatro meses de tratamiento le ayudaron a superar la dolencia aquel mismo año. 

Al depuesto presidente paraguayo, Fernando Lugo, le detectaron el mismo tipo de tumor que a la actual líder brasileña. El entonces mandatario del país aceptó la invitación de Luiz Inacio Lula da Silva para ingresar en un hospital de Sao Paolo. Tuvo que pasar por seis sesiones de quimioterapia. Al acabarlas, aseguró que había superado su malestar completamente, aunque los chequeos oncológicos le obligaron cancelar sus actividades oficiales en varias ocasiones. 

Y Lula da Silva también tuvo que luchar contra un cáncer de laringe. Tras varias sesiones de quimioterapia y también de radioterapia, el ex líder brasileño logró vencer este mal. 

A finales del 2011 los médicos sospechaban que otro líder latinoamericano, esta vez la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, estaba amenazada por la enfermedad.  Al principio, se dio a conocer que la alta mandataria tenía un tumor en la glándula tiroides, por lo cual se fijó la fecha de la operación. Al pasar por el quirófano y hacer una serie de análisis, la diagnosis anterior fue desmentida. 

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos,  anunció en octubre del 2012 que tenía cáncer de próstata. Afortunadamente, no hubo metástasis y unos días después se curó sometiéndose a una intervención. Del mismo tipo de enfermedad padeció el ex presidente de Haití, René Préval.  Se enteró que tenía cáncer de próstata en 2001. Para tratar la enfermedad se trasladó a un hospital de Cuba donde fue operado con éxito.