El último avivamiento


¿Qué hay por delante de la iglesia de Jesucristo? Esta es una pregunta de gran preocupación para creyentes mundialmente. Mientras eventos catastróficos toman lugar por todo el globo, muchos están preguntándose; “¿El Espíritu Santo reanimara la iglesia antes del regreso de Jesús? ¿El cuerpo de Cristo dejara el mundo con un quejido o con un grito de victoria?”

¿Qué hay por delante de la iglesia de Jesucristo? Esta es una pregunta de gran preocupación para creyentes mundialmente. Mientras eventos catastróficos toman lugar por todo el globo, muchos están preguntándose; “¿El Espíritu Santo reanimara la iglesia antes del regreso de Jesús? ¿El cuerpo de Cristo dejara el mundo con un quejido o con un grito de victoria?”
Jesús profetizo estas mismas cosas. Y sus advertencias eran para desafiar nuestra fe. Mientras la iniquidad abruma e inunda la tierra, él pregunta: “Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿hallará fe en la tierra?” (Lucas 18:8).
Piénsalo: Cristo sabía todo lo que íbamos a enfrentar hoy, desde horrorizantes tiroteos escolares, al alza de homosexualidad militante, a actos terroristas tomando lugar por todo el mundo. En medio de estas cosas, el nos pregunta, ¿Seguirás creyendo, aunque las cosas empeoren? ¿Desmayaras en tu confianza cuando las cosas no sucedan como tú pensaste? O, ¿seguirás confiando en mi?”
Ves, a pesar del aumento en iniquidad y grandes calamidades, Jesús sabia que habría un gran avivamiento en los últimos días. El Espíritu Santo inspiro las profecías de Isaías, y él sabia muy bien acerca de la predicción de un avivamiento mientras el fin se acercaba.

Isaías dijo que habría un gran despertar mundial justo antes del regreso de Cristo.

Esta profecía se encuentra en Isaías 54 y es resumida en estos versos: “Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; tu descendencia heredará naciones y habitará las ciudades asoladas.” (54:3)
Yo creo con un número de estudios Bíblicos que la profecía de Isaías tiene una doble aplicación. No habla tan solo acerca del Israel natural después de su cautiverio en Babilonia, sino que también acerca del Israel espiritual que estaba por venir: el cuerpo de Jesucristo, la iglesia de la Nueva Jerusalén. Pablo cita de Isaías 54 cuando hace referencia a la “Pero la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre,“ (Gálatas 4:26). Pablo vio la profecía de Isaías como dirigida “a los hijos de promesa,” aquellos en Cristo por fe.
Si Isaías dirigió su profecía solo al Israel natural, significaría que sus promesas aun no se han cumplido. En resumen, no se ha cumplido que “Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; tu descendencia heredará [Gentiles en ingles] naciones” (Isaías 54:3). Sin embargo esa palabra fue claramente cumplida en Cristo, en la cruz y en Pentecostés. Piénsalo: cuando Isaías dirigió este mensaje, algunos 42,000 israelitas habían salido del cautiverio Babilónico. Para el tiempo de Jesús, su número había aumentado solo cerca de tres millones.
Isaías se refiere a su profecía como una promesa departe de Dios, una palabra jurada desde el cielo. Vemos los juramentos del Señor cerca de las montañas y hasta refiriéndose a su pacto con Noe. El dice, en esencia, “Tan seguro como no permitiré otro diluvio sobre la tierra, te digo que habrá un despertar de mi iglesia en los últimos días.”


En estos últimos días, el ojo del Señor no esta fijo sobre
poderes mundiales sino sobre la iglesia de Jesucristo.


Dios no esta enfocado en la economía, el alza en religiones mundiales, o sobre el rugir de los impíos. Según Isaías, las naciones son para Dios “He aquí que las naciones son para él como la gota de agua que cae del cubo,” (Isaías 40:15). Todos están bajo su gobierno y reino soberano.
El sabe todo acerca de las amenazas terroristas, guerras y rumores de guerras. Su Palabra advierte que los impíos rugirán, poderes seculares trataran de proscribir el Cristianismo, y movimientos anticristo en rápido crecimiento se jactaran de que gobernaran al mundo y destruirán a los seguidores de Jesús. La Biblia dice esto acerca de todo:
“Se levantarán los reyes de la tierra, y príncipes conspirarán contra Jehová y contra su ungido, diciendo: ‘Rompamos sus ligaduras y echemos de nosotros sus cuerdas’” (Salmo 2:2-3). En resumen, “echemos todo estorbo moral, toda señales morales del pasado.”
Aquí tenemos la reacción de Dios ante estos poderes mundanos y hombres influenciados por demonios: “El que mora en los cielos se reirá; el Señor se burlará de ellos.” (2:4). No importe cuan desesperante se vean las cosas, todo permanece bajo el control total de Dios.
“y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. (Mateo 16:18). Nada de las entrañas del infierno puede esperar destruir la iglesia de Cristo. Su ojo siempre esta sobre su pueblo, y a través de todo el advierte a Satanás y sus huestes, “No toques la niña de mi ojo.” “Si alguno conspirare contra ti, lo hará sin mí; el que contra ti conspirare, delante de ti caerá.” (Isaías 54:15). ¿Puedes ver lo que Dios esta diciendo aquí? “El diablo va a venir contra tuya. Enemigos salidos del infierno se unirán contra tuya. Pero Satanás no tendrá éxito.”
Deja que el diablo haga lo que le plazca. Deja que el infierno abra sus entrañas y derramen cada cosa vil. No tendrá impacto alguno sobre el plan de últimos días de Dios para su pueblo. ¡Gloria al Señor, su iglesia no puede ser destruida! (David Wilkerson), Pnaorama Porfético.

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